martes, 30 de agosto de 2011

Sacando conclusiones


Como ya ha pasado más de una semana del costalazo, se pueden ir sacando algunas conclusiones, a la vista de las sustanciosas consideraciones de Jota, de Gaspar, de Carlos, de Josejax y de Luisma. Aprender es la justificación de la pomposa e irónica denominación de este hilo: Manual de Perfecto Parapentista.
- Como en cualquier actividad, evitar riesgos "cantados" debe ser una prioridad en parapente. Yo mismo me había percatado con anterioridad de que una zanja junto al despegue o al aterrizaje podía constituir un problema.
– Igual ocurre con el equipo inadecuado, en mal estado o mal revisado, el viento racheado, las maniobras imprudentes o demasiado atrevidas para el nivel que se tiene, el trafico intenso y no controlado en las laderas, etc.
– La falta de formación, entrenamiento y forma física son malos compañeros de vuelo.
– El vuelo en zonas desconocidas requiere un buen asesoramiento por parte de los pilotos expertos en el lugar.
– Siempre deberíamos volar con alguien observándonos y que nos pregunte por radio que dónde estamos si no nos ve. No se cómo habría podido salir del costalazo con el parapente a tensión por el viento si Carlos y otros colegas no me ayudan a quitármelo, y eso que no había perdido movilidad por no tener afectada ninguna articulación ni hueso importante.
– Las protecciones corporales, como petos, coderas o rodilleras -hay quien las lleva- son muy buenas en estos casos. Si las usan los pilotos de motocross, por qué nosotros no.
– El casco, integral, y mejor con pantalla. A mi me ha salvado la jeta tres veces.
– Tan perjudicial como el descuido de la seguridad puede ser la obsesión exagerada por este tema. Paradójicamente, más de una accidente grave ha ocurrido por eso. Mi pobre amigo Benito, tras un adelantamiento hizo un giro brusco para evitar adelantar en un cambio de rasante, resbaló con la moto y… en paz descanse.
– Y si se da uno la piña y la cuenta, pues paciencia, dieta variada, moverse lo que permitan las articulaciones sanas -y no molesten las dañadas- y mantener el ánimo sin hacerse mucho el malito. Cuanto más parafernalia se monte, más presión familiar para que uno no vuelva a practicar la actividad de marras. Medicamentos, los menos posibles: fármaco en griego significa veneno.Ah, y aprovechar el tiempo mientras se reposa. Y de baja laboral, la mínima, no está el país…