A correos llevé el paquete mal liado que envolvía mi Nova Artax camino de Toledo y de correos recogí dos días después una caja cuadrada que contenía mi nueva Nova Rookie procedente de Galicia, tal que si la oficina postal fuese funeraria y maternidad a la vez, unos se van, y otros vienen. Me despedí con nostalgia de la primera y recibí con alborozo a la segunda. El salón de casa no es buen sitio para inspeccionar pero aun siendo usada, se ve que está bien. El color conserva cierta viveza y no se ven desperfectos por parte alguna. Completaba el envío unas bandas de paramotor y una magnífica mochila que ha sustituido a la anterior, ya ajada por el uso. El sábado por la tarde, la primera ocasión disponible, tocaba probarla.
Quedé con mi tercer hermano, feliz poseedor de un recién estrenado título de instructor de ultraligeros y de una aeronave de tal definición con más experiencia en sus tubos y telas que prestaciones. Venía con un colega de vuelo y a ambos engañé con el pretexto de conocer el ambiente parapentístico y con la intención real de que bajaran dos coches desde el despegue. Afortunadamente les gustó y eso que, en levante, el día estaba tonto del culo y todo despegue era un planeo sin más. El personal habitual de mi patrulla no se hayaba por allí pero pude saludar a algunos colegas que llevaba semanas sin ver. Los que estaban lucían un llamativo camuflaje facial de pared, producto de una impenetrable capa de crema protectora. que les daba aspecto de prepararse para asaltar los pueblos blancos o de interpretar el papel de ánimas el día de difuntos. Ni el sol ni el verano, por cierto, parecen notar la crisis.
Desplegué el ala y apareció como me la esperaba: limpia, sin ningún problema y con las bandas similares a la Artax. Después de un par de preinflados me volví y corrí lo que pude pues apenas había viento y la pista se me acababa. Tras de un segundo contacto con el suelo, salí raspando los lentiscales cuando casi me veía dando un barrigazo. En el aire la vela vuela fina, sensible a los mandos, girando de manera alegre, pero sin insinuación de plegada ni pamplinas semejantes. Todo el vuelo fue un bajar continuo, pero disfruté del ratito, haciendo giros cerrados y observando con envidia a los más expertos que parecían prendidos de un tendedero invisible en las alturas. Como es habitual, levante estaba movidito y varias veces, al rozar una térmica que daba más por saco que otra cosa, sufrí unos meneones respetables a los que ya me he acostumbrado. Me pareció un ala especialmente ligera, si no en velocidad sí en agilidad, sintiéndola segura a la vez. Es una 1-2 baja de un diseño relativamente reciente, aunque creo que está ya descatalogada. Lo pasé bien en ese poco tiempo, y hasta pude ver como la tarde avivaba los tonos del valle, revitalizando con su luz trigales, floresta y pantanos. Ensayé un aterrizaje de precisión en lo alto de la lomita y casi lo logré a costa de un culazo, lo propio de estar desentrenado en aterrizar sin un nudito de viento en contra. Noté que, por más que bajaba los frenos, frenar no frenaba, pero conste que había calma chicha.
Mientras esperábamos la recogida, nos tomamos una cervecita helada en un chiringuito improvisado en el cortijo. Laura, creo que así se llamaba -la misericordiosa le añadiría yo- ha colocado una mesita de playa con unas neveritas debajo, repletas de lo que más apetece; cerveza, cola, refrescos, etc., con un cartel bilingue que los anuncia, proyección internacional, oye ¡Estos son emprendedores y no los de la Cámara de Comercio, bravo por tí, Laurita! Me zampé un cervezón -castigo a mi barriga talegera- y mis dos conductores otros tantos.
El regreso, adelantado por culpa de RENFE, un reencuentro entre hermanos que charlan de la realidad de la vida desde su medio siglo, lo mismo que antes hablaban de sus anhelos desde sus quince años. ¡La vida es un suspiro! decía un viejo amigo, ¡Suspirémosla, intensa y lentamente! Después, me puse a pensar cómo las habilidades del vuelo pueden servir para fintar las lenguas que gastan puñales, que no todo el mundo practica el parapente.